A finales de la década de los 80, la política europea evolucionó hacia la prioridad sobre la prevención en la generación de residuos y el aprovechamiento de los recursos contenidos en los mismos.

En 1993, inspirados por dicha corriente, un grupo de expertos multidisciplinares del sector medioambiental con orígenes diversos, crearon el Club Español de los Residuos (CER), con el objetivo básico de racionalizar las acciones públicas y privadas del trinomio Recursos-Productos-Residuos.

Sus fundamentos fueron los de establecer un marco de singularidad e independencia centrado en la pluralidad, con un juego de equilibrios que contemplase las dimensiones territoriales, políticas y económicas.

Sus tareas fundamentales fueron las de trasladar este debate a la sociedad, desarrollando las soluciones más innovadoras de aquel momento, siempre bajo un criterio riguroso, con un mensaje directo y sencillo, comprensible para todos los ciudadanos, alejándose siempre de la denuncia gratuita o del sensacionalismo.

Progresivamente, el rigor y la vocación de independencia del Club lo consolidaron como referente indiscutible para la industria, las Administraciones Públicas, los agentes sociales y los medios de comunicación.

A principios del siglo XXI, las políticas europeas en materia de medio ambiente se encuentran con un nuevo eje del que emanan todos sus desarrollos. Es el momento de la combinación de conceptos como sostenibilidad, recursos y uso sostenible de los mismos. El antiguo CER participó activamente en el seno de la Comisión Europea en la definición de estas tareas. Así, en 2002, estimulado por el éxito de su gestión y su dimensión, se transformó en una Fundación; salvaguardando sus máximas señas de identidad: pluralismo, tolerancia, reflexión, racionalidad e independencia.

Comprometido con estos valores y adscrito a una voluntad europeísta plena, nació el Instituto para la Sostenibilidad de los Recursos (ISR).

  • «Una Europa que utilice eficazmente los recursos» es una de las iniciativas emblemáticas que forman parte de la estrategia «Europa 2020» que pretende generar un crecimiento inteligente, sostenible e integrador.
  • En diciembre de 2015, la Comisión presentó la comunicación “Cerrar el círculo: un plan de acción de la UE para la economía circular”, donde se plantea la transición de Europa a una economía más circular, en la cual el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible, y en la que se reduzca al mínimo la generación de residuos.
  • En diciembre de 2019, se presenta el “Pacto Verde Europeo”, que es la hoja de ruta para dotar a la UE de una economía sostenible con acciones para impulsar un uso eficiente de los recursos mediante el paso a una economía limpia y circular, y restaurar la biodiversidad y reducir la contaminación.
  • En marzo de 2020, la Comisión adopta un “Nuevo Plan de acción para la economía circular” que, basándose en el plan de 2015, se centra en el diseño y la producción con vistas a esta economía circular.

Con estos planes, la Comisión espera aumentar la competitividad europea, crear empleo local y reducir la contaminación también en relación con el cambio climático.

En este contexto nació la Fundación para la Economía Circular que, manteniendo los principios y aprovechando el conocimiento consolidado en el devenir de los 20 años de historia desde 1993, se orienta hacia esta nueva filosofía que enmarcará las actividades de los ciudadanos europeos en las próximas décadas.