Llevamos tiempo escuchando el concepto de economía circular en nuestras vidas, pero aun así, a día de hoy resulta algo abstracto y poco tangible para cualquier ciudadano. Si buscamos información, o expertos en la supuesta materia, descubrimos en muchos casos que desde un razonamiento meridianamente claro explican cómo la economía circular se manifiesta en disciplinas muy concretas perdiendo en esencia su profundo fondo transgresor y multidisciplinar. ¿Será el error de confinarlo o asociarlo exclusivamente a la economía?
Es cierto, que en cierta forma el modelo económico define nuestro modo de vida. La pregunta sería si lo hace plenamente o si debemos de ir un paso atrás para no perder la noción de la importancia que este cambio puede suponer sobre nuestra propia vida. Entonces, ¿por qué no hablar de circularidad en general?
Decíamos al comienzo de estas líneas que esto de la circularidad era algo transgresor, ¿cómo no? La “utopía” actual del termino economía circular puede, a veces confundirnos y ponernos a temblar pensando que este concepto entendido de forma radical y sesgada rompería con todo lo que conocemos hasta ahora. ¿En un mundo con un uso puramente eficiente de la energía se vería con lógica el derroche energético asociado a mantenernos anclados a dispositivos electrónicos todo el día? ¿Somos conscientes de nuestras necesidades reales cuando consumimos determinados productos como ropa, comida, tablets…?
La circularidad es una nueva forma de concepción que pretende dar respuesta a nuestras necesidades, es decir, está pensada para facilitar nuestra vida, haciendo un uso más eficiente de la energía y de los bienes de consumo cuidando del medio ambiente. Pero además, como europeos nos brinda la oportunidad de ser autosuficientes y competentes dentro del panorama internacional al poder contar con materias primas propias, a día de hoy presentes en multitud de vertederos repletos de residuos, y disponer de nuestras propias fuentes de energía.
Nosotros desde la Escuela Politécnica Superior de la Universidad Carlos III de Madrid, como también se hace desde muchas otras instituciones, hablamos de circularidad, porque tenemos el reto de dar cumplimiento a toda esa nueva normativa y legislación enmarcada en la denominada economía circular. Tenemos la suerte de hacer real la circularidad en nuevos productos y nuevas formas de generar energía, desde la ciencia y la tecnología puesta al servicio de todos.
Por favor, recuerda una cosa de todo esto, la circularidad no es sólo cosa de legisladores, economistas, periodistas o científicos, es algo que atañe a todos. Vivamos con ilusión, este sueño transformador de la circularidad que emerge para ser parte de nuestra realidad, que sólo busca nuestro bienestar y el de aquellos que nos rodean.
Alberto García-Peñas, María Teresa Pérez-Prior
Profesores de la Universidad Carlos III de Madrid