La Comisión Europea ha remitido al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de la Regiones un DOCUMENTO DE TRABAJO SWD(2023) 183 final titulado “ Alerta temprana para España” referente al riesgo que corre España de no cumplir el objetivo de preparación para la reutilización y el reciclado de residuos municipales para 2025 y el objetivo del vertido de residuos municipales para 2035.
Dicho informe considera que España podría no alcanzar el objetivo de 2025 del 55% para la preparación para la reutilización y el reciclaje de sus residuos municipales ni el objetivo del 10% como máximo de vertido para 2035
Se indica que en 2020 la tasa de reciclaje fue del 36,4% (18,6 puntos porcentuales por debajo del objetivo 2025) y el vertido fue del 52,0% (más del doble de la media europea).
Además, indica que con los nuevos criterios la tasa de reciclaje podría ser aún más baja (punto de medida y consideración de compost tan solo el obtenido de materia orgánica recogida selectivamente)
Tampoco parece que la ruta sea la más adecuada dado que los incrementos del porcentaje de reciclado en estos años han sido insignificantes.
Debido a ello propone una serie de recomendaciones incidiendo en el desarrollo de infraestructuras de tratamiento de residuos asociadas a los escalones prioritarios en la jerarquía e insistiendo en el fortalecimiento de las medidas para evitar el vertido de materiales reciclables.
Finalmente propone acciones para mejorar el rendimiento agrupadas en los ejes de:
GOBERNANZA, PREVENCIÓN, RECOGIDA SEPARADA, TRATAMIENTO DE RESIDUOS, COMUNICACIÓN Y SENSIBILIZACIÓN, RESPONSABILIDAD AMPLIADA DEL PRODUCTOR E INSTRUMENTOS ECONÓMICOS.
En 2020 la Fundación para la Economía Circular publicó un informe en el cual, partiendo de los datos oficiales disponibles en ese momento, proponía un total de 50 medidas distribuidas en los tres ejes (Prevención y Preparación para la Reutilización, Recogida Selectiva y Reciclaje y Vertido) que contemplan tanto la Directiva 2018/851 europea como la Ley 7/2022, de residuos y suelos contaminados.
Estas medidas se encuadran en cinco políticas a aplicar en cada uno de ejes considerados.
Las medidas que se consideran son aquellas que han tenido resultados positivos en aquellas zonas, nacionales e internacionales, donde se habían aplicado.
Analizada la situación española, que no es homogénea para todo el país y que depende de múltiples factores, se decidió llevar a cabo un nuevo estudio que analizara con detalle la implantación de estas medidas mediante un seguimiento que permitiera anticipar los resultados de los hitos en las fechas determinadas por Europa y el Estado Español
Dicho estudio se ha realizado con aquellas Administraciones Autonómicas y locales que decidieron participar en el informe y que se ha venido a llamar ANTICIPA.
Dicho informe, que pretende ser anual, ha supuesto recabar más de 50.000 datos cubriendo una población de más de 32,87 Millones de personas distribuidas en las capitales de provincia, poblaciones de más de 50.000 habitantes y mancomunidades, consorcios y pequeños ayuntamientos en el caso de los participantes en el informe.
Se acaba proporcionando una información que se considera fundamental a la hora de hacer un seguimiento de la implantación de medidas positivas en aras de alcanzar los objetivos marcados, suponiendo un instrumento extremadamente útil para el diseño de hojas de ruta, planes de gestión y proyección de resultados.
Los informes son propiedad de las Administraciones que han participado y a partir de estos se ha realizado uno nacional del cual paso a extractar las principales conclusiones.
A modo de resumen en el informe se presentan para España, tres “velocímetros”, uno para cada eje considerado, en donde se refleja el grado de implantación de las medidas propuestas para alcanzar los objetivos marcados por la normativa.
Así se puede ver que en el capítulo de Prevención y Reutilización se han aplicado un 21,0% de las medidas propuestas, el 39,5 % en el de Recogida selectiva y Reciclado y de un 58,4% en el de vertido.
Visionando estos velocímetros se concluye que la alerta temprana planteada por la Comisión tiene una base sólida y justifica su preocupación.
Tal como se puede ver en el cuadro siguiente la situación es muy dispar en las zonas españolas entre algunas que tienen ampliamente implantadas medidas adecuadas para la consecución de los objetivos y otras que les queda más lejos la posibilidad de cumplimiento.
En cualquier caso, se puede observar que el eje de prevención es el que menos número de medidas se han aplicado hasta la fecha y es donde se deberá incidir de forma prioritaria dado que, al ser el primer escalón de la cadena, un buen resultado en este eje tendrá una influencia positiva en los otros dos ejes.
Se propone dar mayor protagonismo a los puntos verdes, a incidir en la aplicación de la normativa sobre el desperdicio alimentario, a la implantación generalizada de la recogida selectiva de la materia orgánica.
Así mismo se deberá universalizar los sistemas de recogida separada de alta aportación, el control de la generación y calidad de las entregas con la personalización e identificación de los generadores (PaP, tarjetas identificativas,…).
Será fundamental implantar urgentemente la recogida de otras fracciones tales como el textil, los envases industriales o los peligrosos domésticos.
Todo ello sin olvidar instrumentos económicos como las tasas al vertido y a la incineración, el pago por generación o incentivos a las buenas prácticas.
Y todo ello deberá ser complementado por una adaptación y en su caso ampliación, o nueva creación, tanto de las infraestructuras necesarias para los tratamientos que se puedan precisar así como la adaptación de los mercados necesarios para los materiales y productos reciclados, así como el impulso de nuevos modelos de negocio derivados de la simbiosis industrial, la remanufactura, la actualización de equipos etc. sin olvidar los criterios de ecodiseño y el impulso decidido de la información y concienciación de todos los actores sociales que sin su concurso no será posible alcanzar los objetivos que, siendo ambiciosos pero necesarios, son alcanzables como se demuestra en otros países europeos.